sábado, 25 de junio de 2016

"Sobre el Sujeto que No Aprende" - La instancia diagnóstica en la Psicopedagogía

Hacer psicopedagogía desde lo clínico, es trabajar con la capacidad y las debilidades en el acceso a la formación simbólica. Pensar desde el orden simbólico es pensar desde el orden del lenguaje.

Diagnosticar , es "conocer a través"... pero, a través de que?.De signos, síntomas y situaciones. Un síntoma tiene sentido en un contexto que lo produce y es ese contexto al que no debemos ignorar : el contexto de un síntoma lo significa especialmente, el paso del tiempo (su cronificación) lo re-significa particularmente.
Y si hablamos de producción simbólica hacemos alusión a la posibilidad y riqueza original en el orden de la palabra hablada, escrita, dibujada y jugada. O sea, cuán implicado y expuesto está el sujeto en cada uno de estas acciones o cuan perturbado y atravesado por otros “decires” demuestra estar.El niño ó el joven que concurre a la consulta psicopedagógica no tiene por qué ser considerado un “niño problema”, ya que de lo que se trata es de posibilitar que supere ciertas dificultades que no le permiten aprender. El conflicto no debe ser siempre considerado patológico; tendrá estas características en cuanto produzca un sufrimiento que ponga en marcha defensas excesivas que dificulten el encuentro de cursos sustitutivos a la satisfacción pulsional. Este conflicto resultará patológico en la medida en que, por su carácter restrictivo, perturbe la actividad representativa y genere modalidades de aprendizaje rígidas y repetitivas que cercenen la relación con los objetos del conocimiento. En esta instancia, podremos formularnos una pregunta...
¿Qué es aprender para este niño?


En los niños con dificultades para concretar sus aprendizajes, predomina el desinterés por los objetos circundantes (en especial los de índole escolar) y evidenciándose en su lugar, restricciones para concretar actividades como leer, escribir, dibujar, comprender o memorizar. La producción simbólica se restringe y empobrece, y se caracteriza por modos rígidos y estereotipados de presentación. En estos casos, las relaciones intersubjetivas iniciales con sus objetos primarios suelen ser extremadamente inestables o precarias y los niños son receptores de improntas libidinales que les generan dificultades para el acceso a la actividad representativa, ya que se instalan formas fallidas de resolver los conflictos ligadas a distintas modalidades de la descarga, inhibiciones y síntomas, dando lugar a una producción simbólica restrictiva.

Tiempo y contexto son situación; signos y síntomas están siempre en situación.Descodificar esas claves implica una tarea compleja, ya que primero hay que conocer el sentido que construyo otro u otros, y después hay que descubrir su dinámica de funcionamiento, esa dinámica que subyace y produce la expresión sintomática.De este modo, duranta la elaboración del proceso Diagnóstico en Psicopedagogía, comenzaremos a trabajar en lograr la articulación de lo producido con relación al síntoma y a su historia particular.

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