viernes, 17 de junio de 2016

¿Qué es la discalculia? Parte 1




1- INTRODUCCIÓN

Se trata de un trastorno caracterizado por una alteración específica de la capacidad de aprendizaje de la aritmética, no explicable por un retraso mental o una escolaridad claramente inadecuada. El trastorno afecta al aprendizaje de los conocimientos aritméticos básicos: adición (suma), sustracción (resta), multiplicación y división más que a los conocimientos matemáticos más abstractos de álgebra o geometría.

El estudio de este trastorno comenzó a finales del siglo XIX, como muestra la cantidad de términos que se le han aplicado (“Síndrome de Gertsman”, “discalcúlia”, “acalcúlia”, “trastorno del desarrollo aritmético”).

Actualmente, se ha englobado dentro de los Trastornos Específicos del Aprendizaje especificando con dificultad matemática.

2- CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DSM-IV:
A)La capacidad para el cálculo, evaluada mediante pruebas normalizadas administradas individualmente, se sitúa sustancialmente por debajo de la esperada dados la edad cronológica del sujeto, su coeficiente de inteligencia y la escolaridad propia de su edad.
B)El trastorno del criterio A interfiere significativamente con el
rendimiento académico o las actividades diarias que requieran
capacidad para el cálculo.
C)Si existe un déficit sensorial, las dificultades para el rendimiento del cálculo exceden de las habitualmente asociadas a él.
MODIFICACIÓN CRITERIOS:
DSM-IV: Trastornos del Aprendizaje.DSM-V: Trastornos específicos del Aprendizaje.
Trastorno de la lectura.Especificar si:
-Con dificultad en la lectura
-Con dificultad en la expresión escrita
-Con dificultad 
matemática
Trastorno de la expresión escrita.Especificar la gravedad:
leve, moderado, grave.
Trastorno del cálculo. 
Trastorno del aprendizaje no especificado.

VENTAJAS DE LOS NUEVOS CRITERIOS:
Actualmente, los profesionales que trabajamos con niños que presentan, en una medida u otra, dificultades del aprendizaje, observamos que, frecuentemente, resulta muy complicado establecer un diagnóstico diferencial claro. Es decir, nos encontramos con niños con una buena lectura pero muy baja comprensión lectora y, además, presentan muchas dificultades en la escritura en forma, contenido o faltas de ortografía. En este caso ¿Cuál sería el diagnóstico de preferencia? Quizás una dislexia si tenemos acreditado un CI normalizado y dificultades específicas en la comprensión o una Digrafía ya que el niño cumple esos requisitos pero también presenta mala escritura o muchas faltas de ortografía que no se justifican todas por un desconocimiento de las reglas de ortografía. 

En la práctica, dislexia, digrafía y discalculia, no deben entenderse como entidades diagnosticas separadas sino que, frecuentemente, se hallan muy asociadas. El niño que lee mal es muy probable que presente también desorganización en la escritura y el que tenga dificultades en el cálculo puede que también presente dificultades en la comprensión lectora. Aunque siempre puede detectarse un área que es la que se muestra con mayores dificultades para el niño, los Trastornos específicos del Aprendizaje tienen una alta comorbilidad entre ellos y, por tanto, debemos trabajar con todos ellos en la medida que cada caso lo precise.
En este sentido, creemos que los cambios del nuevo DSM-V aportan mayor claridad y facilidad para ofrecer un diagnóstico más coherente con la realidad de cada niño. La razón es que se unifican los diferentes trastornos (dislexia, disgrafia, discalculia, no especificado) en una única categoría: Trastornos específicos del Aprendizaje y luego nos permite establecer las dificultades concretas (en escritura, lectura o cálculo) y su intensidad de afectación (leve, moderada o grave).


3- CARACTERÍSTICAS DEL TRASTORNO

Como señalan algunos autores, podemos delimitar cuatro áreas de deficiencias dentro del trastorno del cálculo:

a) Destrezas lingüísticas.
Son deficiencias relacionadas con la comprensión de términos matemáticos y la conversión de problemas matemáticos en símbolos matemáticos.

b) Destrezas de percepción.
Dificutad en la capacidad para reconocer y entender los símbolos. También para ordenar grupos de números.

c) Destreza matemática.
Se incluye la dificultad con las operaciones básicas y sus secuencias (suma, resta, multiplicación y división).

d) Destreza de atención.
Se trata de dificultades en copiar figuras y observar los símbolos operacionales correctamente.



4- SU SINTOMATOLOGÍA

Las dificultades fundamentales se centran en torno a la simbolización y a la estructura espacial de las operaciones. Sus síntomas más característicos se manifiestan del modo siguiente:

a) En la adquisición de las nociones de cantidad, número y su transcripción gráfica, el niño no establece una asociación número-objeto, aunque cuente mecánicamente. No entiende que un sistema de numeración está compuesto por grupos iguales de unidades, y que cada uno de estos grupos forma una unidad de orden superior. No comprende el significado del lugar que ocupa cada cifra dentro de una cantidad. A medida que las cantidades son mayores y si además tienen ceros intercalados, la dificultad aumenta.

b) En cuanto a la transcripción gráfica, aparecen los siguientes fallos:
-No memoriza el grafismo de cada número y, por tanto, le cuesta reproducirlo. 
-Los hace en espejo, de derecha a izquierda, y con la forma invertida.
-Confunde los dígitos cuyo grafismo es de algún modo simétrico (p.e. 6 y 9).
-Le cuesta hacer seriaciones dentro de un espacio determinado y siguiendo la dirección lineal izquierda-derecha.

c) En las operaciones:
Suma: Comprende la noción y el mecanismo, pero le cuesta automatizarla, no llega a sumar mentalmente ya que necesita una ayuda material para efectuarla, como contar con los dedos, dibujar palitos, etc.
Relacionadas con la dificultad para entender los sistemas de numeración y su expresión gráfica espacial, están la mala colocación de las cantidades para efectuar la operación, y la incomprensión del concepto “llevar”.

Resta: Exige un proceso mucho más complejo que la suma, ya que además de la noción de conservación, el niño debe tener la de reversabilidad. La posición espacial de las cantidades es, quizás, lo más difícil de asimilar por algunos niños, que restan simplemente la cifra menor de la mayor, sin tener en cuenta si está arriba o abajo. Cuando tiene que llevar, se pierden en el lugar dónde deben añadir lo que llevan. Del mismo que en la suma, empiezan por la izquierda y colocan mal las cantidades. Es frecuente que confundan los signos y, por tanto, la operación, haciendo una por otra, e incluso, a veces, mezclan las dos (suma y resta).

Multiplicación: Es una operación directa que no entraña tantas dificultades como la anterior. Aquí el problema reside en la memorización de las tablas y el cálculo mental.

División: En ella se combinan las tres operaciones anteriores por lo que de su buena ejecución dependerá el dominio de las anteriores. Las dificultades principales están, como en las anteriores, en su disposición espacial: en el dividendo, el niño no comprende por qué trabajar sólo con unas cifras, dejando otras para más adelante, y de aquellas no sabe por dónde empezar, si apartando unas a la derecha o a la izquierda. En el divisor le cuesta trabajar con más de una cifra, y es probable que lo haga sólo con una.


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