sábado, 25 de junio de 2016

Decreto 83

Decreto 170

EL GRAFOANÁLISIS: conociendo el ABC de la Grafología


El proceso escritural manifiesta en el papel o el soporte, la personalidad del ser humano, además del gesto gráfico existen “micro-gestos”: signos que sirven de “indicio” orientadores en toda la investigación.










La Grafología, está ligada estrechamente a la psicología, y tiene su disciplina y metodología que le es propia y que se aplica en cualquier lugar del mundo, llegando de esta forma a las mismas conclusiones (me refiero a los países que usan en su escritura letra cursiva o imprenta).

Sabemos que la mano es quien escribe pero es el cerebro quien guía esta escritura, es por eso que aunque la persona escriba con la boca o los pies igual nos señalan sus signos conscientes e inconscientes, la inteligencia, la voluntad, los sentimientos, las patologías, el temperamento, etc.

Por medio del estudio de la misma la persona no solo puede distinguir el tipo de personalidad del examinado sino que se pueden detectar patologías, drogadicción, alcoholismo y todo aquello inherente al ser humano. La letra nos informa de cerca los problemas de relación cotidiana de los Sujetos, su capacidad intelectual, la vida afectiva, las manifestaciones de agresividad y violencia.


Es decir, por medio del grafoanálisis se puede detectar lo que manifiesto con anterioridad es por eso que la grafología tiene un alcance muy amplio y se puede utilizar como auxiliar en todas las profesiones y ámbito social, ya sea en educación, en espacios de asistencia y atención psico-pedagógico-social y muchos mas.
Teniendo en cuenta las modernas corrientes que tienden a la formación del ser social, esta propuesta está basada con fines de orientación, con un método eficaz y de rigor científico.

La propuesta de capacitación, cubrirá las expectativas de todas aquellas personas que se quieren acercar al estudio grafológico como medio de conocimiento y autoconocimiento.

¿INTEGRAR O INCLUIR?


El tema que más me ha movilizado del curso es la diferencia entre los términos incluir e integrar en la práctica educativa. Esta pregunta venía dando vuelta en mi cabeza desde hace un año aproximadamente, cuando en una reunión de colegas, en el colegio de psicopedagogos, decidieron remplazar el término integrar por incluir. Invitando a todas las presentes, recientemente recibidos, a utilizar la palabra INCLUIR, para referirnos a los Proceso de Integración Escolar. Es a partir de ese momento que comencé a investigar sobre la diferencia de los términos, ya que para mi eran sinónimos.
El abordaje que se hizo en el curso MI sobre esta temática me permitió ampliar conceptos, aclarar dudas y hacerme nuevas preguntas.
Una escuela integradora se caracteriza porque el proceso de adaptación, fundamentalmente, está centrado en el diagnóstico del niño con NEE. Habitualmente estos niños deben adaptarse a los sistemas que ya existen. Se hacen cambios superficiales, con el foco puesto en las personas con discapacidad.
En el caso de la escuela inclusiva, su foco esta puesto en mejorar las condiciones de aprendizaje de todos los alumnos, proponiendo y resolviendo dificultades, a través de la cooperación y el compromiso de todos los actores involucrados en el PIE. Las transformaciones en la modalidad de educación apuntan a mejorar y lograr la equidad en el aprendizaje para la totalidad del alumnado.
En el primer modelo de escuela, la inserción de los niños con NEE suele ser parcial, condicionada, y está basada en los principios de igualdad y competición. En el caso de la escuela inclusiva, la inserción es total e incondicional, y se basa, en los principios de equidad, cooperación y solidaridad (valoran las diferencias, como oportunidad de enriquecimiento de la sociedad).
Con una escuela inclusiva se trata de lograr el reconocimiento del derecho que todos tienen, tanto a ser reconocidos (ser comprendidos en su singularidad), como a reconocerse a sí mismos como miembros de la comunidad educativa a la que pertenecen, cualquiera que sea su medio social, su cultura de origen, su ideología, el sexo, la etnia o situaciones personales derivadas de una discapacidad física, intelectual, sensorial o de la sobre dotación intelectual. En esta escuela que se propone, el desarrollo de la convivencia se realiza a través del diálogo. Los conflictos se transforman en una oportunidad para el desarrollo personal y social, porque permite la aproximación entre los agentes en conflicto y el desarrollo de su aprendizaje.

Tomaré una frase del curso muy significativa a la hora de pensar en la escuela inclusiva:
“La inclusión no es un acto de tolerancia sino un espacio de construcción social”.
Para mejorar el sistema de educación actual es necesario comenzar a pensar en políticas de inclusión. La escuela debería ser el lugar fundamental donde se forjen los cimientos necesarios para favorecer a la construcción de una sociedad que dé respuesta a la diversidad humana.
Tomando otra de las frases del curso continuaré desarrollando la temática:
“¿Toleramos que “el diferente” sea parte de un espacio ya construido o construimos un nuevo espacio común con lugar para todos?”
Desde la escuela se debe enseñar a valorar y respetar lo diverso a través de acciones educativas que favorezcan la participación de todos los alumnos que forman parte de la institución escolar, dando respuesta a todas las necesidades de los mismos, a fin de promover la unidad y el aprendizaje de aceptación de lo diferente.
Esta frase me sirve como disparador para compartir una experiencia que tuve con un niño de primer grado que asistía a una escuela rural. La demanda de atención de una maestra integradora surgió desde la institución, la cual solicitó a los padres del niño que realizaran los trámites correspondientes debido a importantes problemas conductuales y de rendimiento académico. Si bien tuve la oportunidad de trabajar con este niño los dos últimos meses del año, fueron sumamente intensos, ya que me tocó intervenir en una escuela que se caracteriza por tener una actitud poco tolerante por lo diferente.
Luego de un tiempo de trabajo, pude observar una serie de cuestiones que me permitieron analizar que estaba frente a una escuela integradora pero no inclusiva.
Durante el tiempo que me desempeñe como MI me toco trabajar con una comunidad educativa que permanentemente ponía el foco en las dificultades de aprendizaje y conductuales del niño. Sólo se enfocaban en sus limitaciones, como un obstáculo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Su ingreso significó un desequilibrio en el sistema de enseñanza de la escuela, lo cual implicaba generar algunos cambios que sólo fueron superficiales.
El logró ser integrado, se le permitió ser parte del espacio de aprendizaje con una modalidad de enseñanza poco flexible. Si bien recibió las adaptaciones correspondientes no se tuvo en cuenta su singularidad como sujeto de aprendizaje, sólo se buscaba ajustar sus posibilidades a un modelo de enseñanza ya existente.
En este caso particular se logro la integración pero no la inclusión. Fue aceptado pero no reconocido, ni tampoco permitieron que él pueda reconocerse como miembro del grupo.

La educación inclusiva debe ser algo más profundo que aceptar o integrar a un niño con necesidades educativas especiales en una escuela común, es algo más que una adaptación de la currícula, es una forma de mejorar la calidad de vida en donde la educación juega un papel específico y primordial en la enseñanza de valores destinados a construir una sociedad basada en la cooperación, solidaridad y compromiso real, no sólo para con las personas con discapacidad, sino para todos los actores que pertenecen a la comunidad educativa.

Beneficios de la terapia musical en niños autistas

Introducción a la Psicopedagogía laboral:¿COMO APRENDER EN EL TRABAJO?


Este artículo tiene como objetivo introducir al lector en el rol del Psicopedagogo en el ámbito laboral. Primeramente, me gustaría poder desarrollar algunos conceptos claves que podremos articular entre sí al final de la lectura. Algunos quizás tengan conocimiento que la Psicopedagogía posee como objeto de estudio el aprendizaje y las posibles dificultades que puedan presentarse, pero es posible que otras personas no conozcan el quehacer del Psicopedagogo, o considere que este, solo puede desempeñarse en Instituciones Escolares o trabajar con niños y adolescentes. En la última década mas específicamente, el profesional de la Psicopedagogía comenzó a introducirse en las Organizaciones, y de a poco se fue constituyendo, y creando, la identidad del Psicopedagogo laboral. Para comenzar, podemos definir el aprendizaje como un proceso continuo que se da a lo largo de toda la vida, el cual implica la apropiación de la realidad para transformarla y transformarse uno mismo. ¿Qué queremos decir con esta frase? Que es un proceso, que se va dando en distintas etapas de desarrollo de una persona, se construye, es inacabado.Partiendo del concepto de Organización que plantea Aldo Schlemenson, la misma consiste en la configuración de un grupo humano complejo que actúa dentro de un contexto temporo-espacial concreto para la realización de fines y necesidades específicas. Pensemos lo siguiente, dentro de una organización no trabaja cualquier grupo de personas, sino un grupo de personas que persiguen un objetivo o meta, y que actúan bajo el famoso concepto de “contrato psicológico” (Edgar Shein, Psicología de la Organización). El interrogante a descubrir será ¿de qué se ocupa la Psicopedagogía laboral? Hace unos veinte años atrás cuando se comenzó a hablar de esta rama de la Psicopedagogía, Liliana Hernández la señalaba como “la rama que se ocupa de estudiar el aprendizaje de las personas en situación laboral”. Esta mirada rompe de algún modo con el paradigma tradicional de la Psicopedagogía, mencionado en la introducción del artículo. Es aquí donde nos encontramos con una población: jóvenes y adultos, que hasta ese momento, muchos no la tenían en cuenta como destinataria de esta disciplina ¿El adulto también aprende? Si definimos el aprendizaje como un continuo a lo largo de toda la vida, entonces podríamos responder que sí, que el adulto también aprende. Pero… ¿cómo aprende? Es aquí donde se comienzan a observar los indicadores de posibles problemas de aprendizaje laboral. Este, abarca desde los procesos de aprendizaje que se dan entre las personas, los grupos y las organizaciones.


¿ Como identificar si tengo dificultades de aprendizaje laboral?

- Percibo dificultades en como organizar y planificar las tareas.
- No puedo focalizar la atención, concentrarme.
- No logro comprender en forma adecuada una indicación o pauta de trabajo.
- Me cuesta expresarme oralmente y/o en forma escrita.
Estos, podrían ser algunos de los indicadores más frecuentes que pueden presentarse en cualquier persona en situación de trabajo, a veces, este tipo de cuestiones forman parte del perfil de cada persona, pero en otras, pueden ser reacciones ante cambios en la Cultura organizacional y/o de un Superior.

¿ Qué hacer si percibo este tipo de dificultades?

- Identificar el problema siempre es un buen punto de partida para poder generar estrategias de resolución.
- Reflexionar e identificar a partir de qué momento comenzaron a aparecer estas dificultades o si siempre han sido una característica del propio perfil.
- Consultar a un profesional que pueda orientarnos en este tipo de cuestiones.

Lo que NO debemos hacer…

- Pensar que no hay posibilidad de cambio o mejora.
- Sentir vergüenza. Al ser joven o adulto, se cree que no se deberían tener problemas de aprendizaje.

Tengamos en cuenta que tanto en jóvenes como en adultos, los problemas de aprendizaje se hacen visibles en el ámbito académico y en el ámbito laboral.

"Sobre el Sujeto que No Aprende" - La instancia diagnóstica en la Psicopedagogía

Hacer psicopedagogía desde lo clínico, es trabajar con la capacidad y las debilidades en el acceso a la formación simbólica. Pensar desde el orden simbólico es pensar desde el orden del lenguaje.

Diagnosticar , es "conocer a través"... pero, a través de que?.De signos, síntomas y situaciones. Un síntoma tiene sentido en un contexto que lo produce y es ese contexto al que no debemos ignorar : el contexto de un síntoma lo significa especialmente, el paso del tiempo (su cronificación) lo re-significa particularmente.
Y si hablamos de producción simbólica hacemos alusión a la posibilidad y riqueza original en el orden de la palabra hablada, escrita, dibujada y jugada. O sea, cuán implicado y expuesto está el sujeto en cada uno de estas acciones o cuan perturbado y atravesado por otros “decires” demuestra estar.El niño ó el joven que concurre a la consulta psicopedagógica no tiene por qué ser considerado un “niño problema”, ya que de lo que se trata es de posibilitar que supere ciertas dificultades que no le permiten aprender. El conflicto no debe ser siempre considerado patológico; tendrá estas características en cuanto produzca un sufrimiento que ponga en marcha defensas excesivas que dificulten el encuentro de cursos sustitutivos a la satisfacción pulsional. Este conflicto resultará patológico en la medida en que, por su carácter restrictivo, perturbe la actividad representativa y genere modalidades de aprendizaje rígidas y repetitivas que cercenen la relación con los objetos del conocimiento. En esta instancia, podremos formularnos una pregunta...
¿Qué es aprender para este niño?


En los niños con dificultades para concretar sus aprendizajes, predomina el desinterés por los objetos circundantes (en especial los de índole escolar) y evidenciándose en su lugar, restricciones para concretar actividades como leer, escribir, dibujar, comprender o memorizar. La producción simbólica se restringe y empobrece, y se caracteriza por modos rígidos y estereotipados de presentación. En estos casos, las relaciones intersubjetivas iniciales con sus objetos primarios suelen ser extremadamente inestables o precarias y los niños son receptores de improntas libidinales que les generan dificultades para el acceso a la actividad representativa, ya que se instalan formas fallidas de resolver los conflictos ligadas a distintas modalidades de la descarga, inhibiciones y síntomas, dando lugar a una producción simbólica restrictiva.

Tiempo y contexto son situación; signos y síntomas están siempre en situación.Descodificar esas claves implica una tarea compleja, ya que primero hay que conocer el sentido que construyo otro u otros, y después hay que descubrir su dinámica de funcionamiento, esa dinámica que subyace y produce la expresión sintomática.De este modo, duranta la elaboración del proceso Diagnóstico en Psicopedagogía, comenzaremos a trabajar en lograr la articulación de lo producido con relación al síntoma y a su historia particular.